Empresario autónomo se suicida tras pasarse al comunismo.

Sucedió ayer en Robledillos de Gata. El cadáver apareció con claros signos de haber sufrido la lectura de El Capital. El alcalde ha decretado 2 días de rebajas.

Foto: unidad de investigación de la Guardia Civil encargada del caso

El cuerpo con escasa vida de Hermenegildo Briones, un pequeño empresario dedicado a la reparación de puzzles, fue hallado de madrugada por su mujer en su despacho ubicado junto a un rincón del garaje de su propia casa. «No me preocupé mucho por su desaparición porque nunca le quise y porque solía volver siempre muy tarde, él pasaba días trabajando obsesivamente en la reconstrucción de un puzzle de 1000 piezas que estaba hecho pedazos», nos relata su ahora viuda, Gertrudis del Socorro, tras probarse diversa lencería de encaje. Hermenegildo, como tantos otros autónomos de este país y de Cataluña, montó su negocio con mucha ilusión y esfuerzo hace apenas 3 años, cuando descubrió la gran cantidad de puzzles que vienen fraccionados en pequeños trozos. «Al principio empezó con puzzles de hasta 50 piezas, tardaba casi 3 meses en arreglarlos y apenas nos daba dinero, pero luego se fue animando y podía acabar un puzzle de 100 piezas en sólo una semana, llegando a ganar hasta 15 euros al mes o nada. Vivíamos muy bien, la verdad».

Tienda donde se veía obligado a comprar Hermenegildo en su época de miseria

Sin embargo, el rápido enriquecimiento arrastró a Hermenegildo a un alocado desenfreno de lujo y superficialidad. «El dinero le cegó. Era otra persona. Un día, delante de nuestros hijos, incluso llegó a comerse los altramuces pelándolos antes-… ¡Delante de nuestros hijos!», nos confiesa Gertrudis que estalla a llorar avergonzada mientras suena la banda sonora de «Nueve semanas y media». Por ironías de la vida, de esa pomposidad, boato y fasto, Hermenegildo pasó a una etapa ascética que le llevó a la muerte y, posteriormente, incluso a no acudir a eventos públicos.

«Empezó a frecuentar círculos terroristas como la Asociación Vallisoletana de Amigos del Leninismo y la Petanca, también se vestía de forma extraña y ya, por ejemplo, no llevaba los calzoncillos por fuera de los pantalones», nos informa un vecino que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias de los mormones. «Aparecía por las sesiones del pleno del ayuntamiento a gritar consignas contra el capitalismo y las mayas de licra, arrojando panfletos a favor de un reparto justo de los medios de producción de alcachofas… Se ganó muchas enemistades en el Club de Lectura», nos detalla el alcalde del pueblo antes de sodomizar a un emú.

Imagen del arma utilizada en el crimen , probablemente adquirida en el mercado editorial

La rápida radicalización de Hermenegildo en los últimos días se intensificó cuando, siguiendo la lógica marxista, decidió aniquilar la burguesía capitalista opresora. «Claro, como él mismo era clase explotadora de él mismo, y por aquí cerca, la verdad, más empresarios no hay o le pillaban muy lejos, por comodidad y eficiencia decidió aniquilarse a sí mismo, porque, como toda su familia, en el fondo era muy vago…», nos explica su mujer con un megáfono, «A mí me parece que fue un gesto sumamente poético… e imbécil, bastante imbécil también.» Su fallecimiento no sólo deja una viuda que ahora se me insinúa eróticamente, sino también 2 huérfanos que recientemente habían adquirido en una oferta. Desde este periódico hemos tratado de contactar con el Comunismo, pero, en un gesto típico de estos regímenes autoritarios, no dispone de teléfono móvil.