Nuevas travesuras de Augusto Espinardo

Como habrán comprobado ustedes, lisérgicos lectores, he tenido bastante desatendido este blog, pero no ha sido por motivos baladíes. Hace aproximadamente diez días me enzarcé en una necesaria pelea a puñetazos contra una pandilla de violentos agentes de la propiedad inmobiliaria quienes, durante una tranquila reunión de nuestro club de lectura del BOE, cuestionaron que Dios, en tanto que existiere, debería tributar el triple en proporcionalidad a su esencia como Santísima Trinidad. Comprenderán ustedes que la cuestión tiene la suficiente enjundia como para no pasarla por alto, considerando además que la exégesis y la presión fiscal constituyen la controversia más candente entre nuestros jóvenes. ¿Qué clase de ejemplo hubiera dado a las nuevas generaciones si me hubiera mostrado tibio ante tal afrenta?

Foto del típico agente de la propiedad inmobiliaria del levante español.

Gracias a mi excelente forma física (realizo no menos de 2 flexiones diarias) y a mis conocimientos magistrales en una mezcla libre de Kung Fu y jota andorreña que yo mismo he creado, salí indemne de aquella reyerta a excepción de una leve perforación del pulmón izquierdo y la pérdida total del riñón o el páncreas (ahora no lo recuerdo), mientra que mis adversarios salieron francamente despeinados. Por otro lado, el Día de la Madre también me ha tenido ocupado; aún sabiendo que representa una fiesta meramente comercial, me gusta aprovechar la señalada fecha para darme otra vuelta por las gasolineras comarcales con la renovada esperanza de acordarme en cuál de ellas abandoné a mi procreadora.

Retrato robot de mi madre realizado por mí.
Si la reconocen, dejen recado en la panadería de Carmen.

En conclusión, sólo he dispuesto de tiempo para deletrear correctamente mi nombre y actualizar el relato de Augusto Espinardo, agregando un par de nuevos episodios AQUÍ. Terminaré, no obstante, haciéndoos un llamamiento para que vayáis a votar en las elecciones generales que se celebrarán mañana o pasado: en nuestra mano está frenar el avance vergonzoso de los tomistas zurdos.

Chascarrillos teológicos de Augusto Espinardo

Hoy ha sido complicado a causa del debate parlamentario sobre la cuestión presupuestaria, el futuro incierto abierto por la previsible convocatoria de elecciones generales y la posibilidad de que, en realidad, yo no sea la cumbre de la perfección física masculina de las última tres décadas. Este último punto todavía no se ha dilucidado, pero sigo investigando.

Reciente fotografía de Scarlett Johansson o el ex-presidente popular Hernández Mancha

Por otro lado, además tenemos el crujiente asunto del movimiento independentista catalán que (seamos sinceros) a todos empieza a cansarnos, en tanto que está afectando de lleno al fluctuante precio de los puerros, por más que los CDR quieran ocultarlo maliciosamente.

Frente a semejante panorama, poco nos queda a los delicados espíritus humanistas que todavía creemos en la igualdad de las personas, el respeto por los animales e incluso por las mujeres. No obstante, no debemos dejarnos vencer bajo la presión de un futuro incierto en el que cada vez tiene menos cabida la reivindicación utópica que, históricamente, han perseguido las almas sensibles: Que nos dejen tranquilos en pijama.

Foto de otra típica familia implicada en el tráfico de órganos en Guatemala.

En síntesis, os recomiendo encarecidamente que os refugiéis en la lectura de las tropelías de Augusto Espinardo, de quien hoy tenemos unos nuevos capítulos sobre su azaroso devenir trashumando por el submundo de la religión y otros esteróides, tal como se detalla AQUÍ.

No te metas eso en la boca que te va a sentar mal. – Marie Curie a su marido mientras guardaban unas muestras de polonio.

Nuevo capítulo de las desgracias de Augusto Espinardo

Hoy ha sido un día anodino. Uno de esos martes prescindibles en los que mi mente no ha conseguido en sí misma salir de su ensimismamiento. De hecho, el pakistaní de la esquina me ha preguntado por la conjetura de Goldbach referida a los trabajos probabilísticos de Vinográdov, y apenas he podido responderle que las naranjas tenían mal aspecto. Ha gimoteado lárgamente, pero me las ha dejado a mitad de precio. Otra clienta ha intetado consolarle luego comentado algo respecto a la función zeta de Riemann comparándola con unos caquis. Me aburre tanta sórdida monotonía.

Imagen de perfil del actual subsecretario de Hacienda

Durante la jornada laboral, en un gesto de rebeldía, he optado por aparcar mis quehaceres profesionales consistentes en no ser confundido con un perchero, para dedicarme a reflexionar sobre la naturaleza de la conciencia humana y su utilidad como pelador de patatas. Había alcanzado un profundo grado de entendimiento filosófico frente a tal duda cognitiva, cuando un compañero, llevado seguramente por la envidia, me ha sacado de mis reflexiones para recordarme que iba otra vez desnudo.

Palacete de un acudalado poeta que vive en el barrio. Su ostentación resulta ofensiva.

De camino de vuelta a casa un grupo de adolescentes salían del instituto y, agitados por su inestabilidad hormonal, han proferido toda la clase de ofesivos silogismos claramente cartesianos contra el conductor de un autobús, quien no ha tenido más remedio que acercarse a ellos y ponerse a imitar a un corzo en celo. He preferido no intervir porque no soporto la violencia metafísica y además tenía cita para depilarme las nalgas.

Sin embargo, queridos lectores y mamá, afortundamente contamos con las disquisiciones antropológicas, éticas, peripatéticas, magnéticas y otras esdrújulas pedantes, en las letras que componen el relato de Augusto Espinardo, el viscoso Community Manager de Jesucristo. Pinchen en el siguiente enlace y pónganse al día: AQUÍ

Todo número par puede escribirse de forma mínima como suma de a lo más seis números primos

-Carmen Calatrava, la mujer que limpia la escalera del edificio, esta mañana al cruzarse con el cartero.

Nueva entrega de las desventuras de Augusto Espinardo, el community manager de Jesucristo

Aconsejado por mi pediatra, he actualizado el relato del incómodo Augusto Espinardo. En este capítulo se relatan interesantes hechos que no sólo cuestionan la religión monoteísta sino que incluso podría poner en dudar la naturaleza no quirúrgica de los pechos de algunas modelos.
He introducido determinados elementos simbólicos que nos remiten a la Torah, pero en la edición apócrifa de Marvel. También aparece Dios en su versión católica, si bien también podría ser un tipo que una vez me pidió dinero para coger el autobús (me prometió devolvérmelo, de eso hace ya 5 años, y en caso de no hacerlo, me reservo el derecho de afearle la conducta en las redes sociales).

Retrato robot elaborado por mí mismo, del tipo que me pidió dinero y su acompañante.

Hoy he tenido un día reguleras porque me he enterado de que la expansión del universo hace que los cúmulos de galaxias se alejen unos de otros, y lo hacen a un ritmo tal que por cada megapársec de distancia (o sea, cada 3 millones de años-luz) la velocidad de alejamiento se incrementa en 71 kilómetros por segundo, y no sé cómo contárselo a mi panadera.

Quizá no debería haber desvelado este dato que ahora os llenará de melancolía haciéndoos mirar con desdén la materia oscura. Espero, no obstante, compensaros con la lectura del relato cómico-teológico sobre Augusto Espinardo. En cualquier caso, yo he decido aplazar de nuevo mi ducha semestral. Total para qué. Pinchad AQUI

El community manager de Jesucristo

Por aclamación popular y ciertos problemas legales que ahora no vienen a cuento, incluimos en la sección de Pretextos Pospuestos, el relato sobre Ausgusto Espinardo, el community manager de Jesucristo.
24 horas en la vida de este inconprendido y lastimoso personajillo, que iremos soltando por aquí en fragmentos como el cristal de una botella rota contra el altar de los pecados. Risas y jolgorio garantizados como en cualquier tema relacionado con la religión.

Imagen recreada del personaje de nuestro relato o el autor del mismo, vaya usted a saber.

Originalmente el relato fue publicado en otro blog, adquiriendo tanto éxito económico que me permitió mudarme de ropa interior hasta 3 veces en ese semestre. Qué tiempos aquellos, amigos. No me hago responsable de que esta lectura pueda provocarte serias dudas teológicas o gastronómicas o incluso ginecológicas, lo mismo da, aunque eso sí: garantizo sensaciones similares a las visiones de Santa Teresa o a ese cosquilleo que te entra cuando te dan el cambio mal a tu favor y te largas en silencio.

Hete aquí el video promocional de la serie hecho por el que sus escribe:

Bueno, hora de tomar mi medicación, pero vosotros pinchad AQUÍ

Relatos y otros despojos

Como cualquier idiota con acceso a un teclado que se precie, también escribo con ínfulas transcendentales. A diferencia del resto de pseduo-autores que pululan por las redes sociales con libros auto-editados, en mi caso mi obra ha recibido prestigiosos premios como el galardón de la Asociación de Amigos de la Petanca del Barrio de San Blas y una placa conmemorativa del «Cuarto Encuentro de Solteros Alopécicos» celebrado en Cieza.

Foto del manuscrito de mi última novela todavía no terminada.

Dada la complejidad y profundidad de mis letras, iré dosificando los textos en una sección específica que actualizaré con una frecuencia aproximada de ni puta idea. Si estáis interesados en ahondar en el asunto, pinchad AQUÍ.